Repoblación de salmónidos en ecosistemas acuáticos

La repoblación de los ecosistemas acuáticos con salmónidos es una forma de incrementar las poblaciones de estos peces, lo cual tiene una serie de ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas se encuentran el incremento de la pesca deportiva en la zona (y los consiguientes beneficios económicos) y el refuerzo para poblaciones que pueden encontrarse diezmadas. Pero también tiene una serie de desventajas, tales como el fracaso de la repoblación (muerte o depredación de los ejemplares), impactar a poblaciones de otros peces nativos, o endogamia en las poblaciones y pérdida de calidad genética. Por tanto esta medida debe ser aplicada con precaución y estudiando caso por caso. Además, es fundamental tener en cuenta cuál es el objetivo de la repoblación, que básicamente puede ser dos: 1) restaurar una población dañada o diezmada (enfermedad, sobrepesca, etc.) para intentar que se automantenga en el tiempo o 2) incrementar la población por encima de los niveles máximos naturales (es decir la capacidad de carga del ecosistema) para poder a continuación incrementar la presión de pesca en esa zona. La primera tiene un objetivo claramente conservacionista mientras que el segundo es más productivista. La mayoría de los gestores intentan que las poblaciones de salmónidos lleguen a la capacidad de carga, es decir a la máxima abundancia posible de peces que el ecosistema puede soportar. Esto es algo difícil de calcular ya que cambia con el caudal, disponibilidad de alimento, calidad del agua, etc. Un método sencillo es tener en cuenta el terreno que cada juvenil necesita (son animales territoriales), de tal forma que sabiendo el territorio disponible se puede estimar la carga máxima. Hay otros métodos más complejos que tienen en cuenta las clases de edad, propiedades físicas del hábitat, etc. En general se han utilizado densidades de 1 a 20 huevos fertilizados y/o alevines por metro cuadrado, pero las cifras cambian mucho dependiendo del ecosistema.
Lógicamente todo esto tiene un coste económico que hay que evaluar muy bien, ya que producir por ejemplo 4 millones de huevos fertilizados-alevines puede costar alrededor de unos 30000 euros. Además los ejemplares introducidos suelen tener elevadas tasas de mortalidad principalmente a causa de la depredación por aves y otros peces, por dificultades para adaptarse a la nueva dieta y por cambios en el comportamiento. Por ejemplo el % de individuos de dos años procedente de huevos fertilizados en cautividad introducidos en la naturaleza puede ser muy bajo (3%) y bastante menor si se utilizan ejemplares juveniles. Algunos estudios indican que la ratio beneficio/coste es de unos 25:1 para las repoblaciones con salmónidos, lo cual es una buena cifra siempre y cuando se gestione con cabeza. Todo lo anterior no sirve de nada si las causas de la degradación de las poblaciones de salmónidos (sobrepesca, contaminación, degradación y pérdida de hábitats, etc) siguen actuando.

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